Mi nombre es Natalia, y entre otras cosas a las que me dedico, soy una raza rara de proteccionista independiente de animales. Además de mis trabajos, dedico mi tiempo y mi atención a los casos que la vida me va poniendo en el camino, y cuando se da la oportunidad en común, colaboro con distintas entidades proteccionistas; gente que tiene esa dedicación en común y que se organiza para el fin común: sacar a los perros de las calles, salvar a camadas de cachorros abandonados, conseguir cuidado veterinario para perros víctimas de accidentes o maltrato…en resumen: el BIEN de todos los que podamos ayudar.
En este momento tengo mis tres perras ( Angie, Lara y Laika); todos ellas mestizas y sacadas de la calle. Cuido de una pareja de cachorros que abandonaron a sus 20 días de vida en la casa de un amigo ( Ianna, a quien decidí adoptar, y mi lechón, a quien no le quise poner nombre por no encariñarme….Como si eso fuera a funcionar.) y hasta el sábado, cuidaba de todos ellos y de otra cachorra de 3 meses que encontré sola en la calle, a quien llamamos Katy o “ Suricata”. Estos últimos en adopción.
Escribo este Blog porque, ya que la tarea a la que me dedico me demanda tanto tiempo e importancia, me pareció útil para mi misma, guardar registro de la evolución y resultados de cada caso del que me hago cargo. Por un lado, mi escasa memoria me lo agradece, ye s una forma linda de tener registro de cada uno de los animalitos que pasaron por mi casa. No soy veterinaria, ni estudié…Todo lo que sé nace de la experiencia, y lo que no sé lo averiguo por medio de profesionales. Pongo todo el esfuerzo que puedo.
El sábado por la tarde me llegó de la boca de mi amiga Liliana Tramontano, un caso que se llevó mi entera atención.
Dos camadas de cachorros ( una de 7 perros de 5 días de vida y otra de 5 bebés de aproximadamente 1 mes, según me dijeron) fueron salvadas de personas que pretendían prenderles fuego. Los fue a buscar Claudia Puebla, de los Cuatro Patas Callejeros. Se necesitó la disposición y buena voluntad de muchas personas para repartir semejante cantidad de bebés en urgencia.
Día 1: Sábado 30 de abril.
Edad de los cachorros: 5 días ( Aproximadamente)
Muy a pesar de no ser rescatistas ni de tener obligación alguna, los chicos de Los Cuatro Patas Callejeros se ocuparon de salvar de un destino horrible a dos camadas de cachorritos.
Me puse en contacto con Milagros y luego con Claudia Puebla ( también voluntarias y proteccionistas), con quienes acordé proveer un hogar de tránsito a 3 o 4 perros. La razón por la cual lo hicimos de esta forma, es porque fue de común acuerdo que cuanto menor sea la cantidad de bebés por hogar de tránsito, mayor atención podemos darle. Hay síntomas muy leves que resultan muy importantes en los primeros días de la vida de estos bichitos y no tengo intención de ver un fracaso en el sacarlos adelante por no haberme dado cuenta a tiempo. Todos los que nos comprometimos a cuidarlos aceptamos sacrificar horas de sueño y de ocio para poder darles el mejor cuidado posible, y verlos crecer sin problemas, para que en un futuro sean parte de una familia que los ame y los haga uno de ellos. Si bien, al haber sido alejados de sus madres, estas dos camadas corren el riesgo de no sobrevivir ( especialmente los más pequeños), vamos a hacer todo lo que esté en nuestras manos para que crezcan sanitos.
Recibimos 3 cachorritos en la casa de Andrew ( mi novio), de mano de Claudia, quien, devota y desinteresadamente se puso a la tarea de organizar la distribución y hacer cada una de las entregas; muy a pesar de la tormenta horrenda. Son dos Machitos muy parecidos y una hembrita. Mínimos, minúsculos, increíblemente frágiles… No entiendo como alguien podría ser tan sádico. Dejando de lado el hecho de alejarlos de su madre y abandonarlos - reduciendo sus chances de sobrevivir radicalmente- estas personas pretendían acabar con sus vidas. No hay descripción para eso, ni calificación.
En fin. Pusimos botellas rellenas con agua caliente en una caja, las cubrimos con una mantita, luego con un pañal grande ( Fantástico dato que me dio Claudia; que a su vez recibió del veterinario: esto evita que se paspen con la tela y los mantiene secos ) y pusimos a los tres bebés ahí.
Les preparamos la mamadera con PerroLac ( sustituto de la leche materna especialmente pensado para cachorros), y Nestum, mezclándolos en agua tibia.
Inicialmente, no fueron muy adeptos a la mamadera, por eso primero me mojé los dedos para que fueran acostumbrándose al sabor de su nuevo alimento de reemplazo. La cachorrita fue la primera que se aferró a la mamadera en todas las oportunidades durante la noche. Los otros dos, recién a la mañana del día siguiente, lo que significó que tuve que darles alimento en dosis ínfimas para asegurarme de que se mantuvieran hidratados y bien alimentados, aproximadamente cada 45 minutos promedio. Si; divertidísima tertulia.
Antes y después de cada comida, higienizo a los bebés con un algodón húmedo con agua tibia, con muchísimo cuidado de no pasparlos. Esto ayuda a la movilización de los esfínteres, ya que un cachorro de esa edad carece de control voluntario de ello y, en la mejor de las condiciones, se vale de la ayuda de su madre, quien los lame para limpiarlos y provocar que orinen y defequen.
Día 2. 6 días.
Luego de una entretenidísima noche de recambio de botellas con agua caliente, higienización de los bebés y mamaderas cada hora promedio, me dispuse a darles de comer a mis otros refugiaditos. Ellos son Ianna y el Lechón, a quienes rescatamos cuando tenían 20 días de nacidos, y estaban abandonados en una caja de zapatos en la casa de un amigo. Además está Katy, una mestiza enanita, bellísima e hiperactiva que encontré un domingo yendo a buscar alimento. Lo más irónico es que no pude conseguir alimento: sólo un hocico más que alimentar. Ahí entró Andrew en acción y consiguió un Pet Shop que tuviera Sieger Criadores ( que es el alimento que todos comen). Sumadas a este trío de enanos , estan Laika, de 14 años, y Lara, de 4 años. Todos se encuentran en habitaciones y patios separados. Laika estaba hasta hace muy poco tiempo, en post operatorio, ya que tenía un tumor que se le reventó, y Micaela De Martis, de la veterinaria Kawellu, hizo el fantástico trabajo de extirparlo, muy a pesar de las expectativas de vida de Laika. Los chicos de la veterinaria Kawellu están siempre a disposición, ayudándome con la mejor voluntad y energía del mundo. Es una inmensa tranquilidad para mi, ya que, toda duda o miedo que pueda tener se elimina con ir y contarles mi inquietud.
Día 3- 7 días de edad
Hoy es el día en que mi Lechón, se va con su nueva familia. Siento una mezcla de felicidad, tranquilidad por un lado e intranquilidad por el otro. Uno siempre piensa que si no los estás viendo, están siendo maltratados. Pero el señor que lo adoptó llegó a mi por recomendación, y estaba buscando un cachorro a quien darle su cariño después de que su perra de 12 años falleciera por causas naturales. Vive y trabaja a la vuelta de la veterinaria, otra cosa que me deja muy tranquila.
Cuando uno da en adopción un cachorrito se siente una calma extraña, consecuencia de un vacío. La preocupación nunca se va. Sólo quien pasa por eso, lo sabe. Ese animalito que se va fue receptor de un amor incondicional, de cuidados intensivos, de atención full-time. Ponemos todo el esfuerzo y dedicación sobre las manos de otra persona, esperando que sepa amarlo y cuidarlo como nosotros lo hicimos. A veces nos dan ganas de quedarnos con TODOS. Si, TODOS.
Pero la verdad es que no podemos hacerlo; saturaríamos nuestra capacidad de atención y disposición. Cuantas más vidas haya bajo tu ala, menor es la atención; menor es el cuidado. Es una cuestión lógica. Los perros que son mascotas únicas….o incluso las familias que tienen dos perros, tienen una atención radicalmente distinta ala que pueden tener 10 perros en un depto. Es una cuestión de higiene, de adiestramiento, de amor. Ellos se merecen ser cuidados y respetados, no tratados como una manada de nada. Ningún animal doméstico de esas características y necesidades se merece eso.
Tengo que hacer un paréntesis aparte para esas personas, que, además de sus obligaciones, se manejan con la suficiente agilidad para mantener limpia una casa con 10 perros, con 10 platos siempre con alimento, vacunas al día, pipetas aplicadas, animales castrados, o controlados…pero especialmente, amigos y compañeros de cada uno de ellos, logrando darles atención, jugar con ellos y disciplinarlos. Hombres y Mujeres maravilla, he de admitir.
En fin. Si bien somos eternos enamorados de estos bichitos, además de adoptar alguno que otro, sabemos que nuestra naturaleza es la de cuidarlos y entregarlos a familias responsables.
El egoísmo se vence cuando vas por la calle y te cruzás con otro cachorro en la calle, con un perro atropellado…y te das cuenta de que tu tiempo y tu dedicación están para ser dedicados a sacarlos adelante, hacerlos fuertes, sanarlos, e insertarlos en una familia amorosa. Si nos hubiéramos quedado con los primeros animales que rescatamos…¿ Cuántos no podríamos salvar por culpa de no tener ni espacio ni tiempo ni disposición económica? Por lo menos, ésa es mi realidad. Y todas las lágrimas de despedida valen cuando te das cuenta de que gracias a un “adiós” dejas un espacio libre para refugiar un animal más.
A pesar de eso, siempre está ese perrito que, desde que nació, sabés que es para vos. Ianna, de la camada anterior a esta, es el mejor ejemplo de ello. Ella se queda conmigo. Es algo implícito, que se siente. Por eso queda dar a Katy en adopción.
Los gorditos están bárbaros. Cada vez comen mejor y duermen por más tiempo, a diferencia de la primera noche. Tuve un episodio medio feo porque uno de ellos parecía agitado, a causa de que sus hermanitos dormía arriba de el y se las habian arreglado para empezar a asfixiarlo. Pero como mamá cangura está las 24 horas con ellos, me di cuenta a tiempo, lo hidraté y tuve muy observado durante muchas horas hasta cerciorarme de que el episodio era parte del pasado. Uno de ellos come con tantas ganas que se ahoga, así que a él procuro darle la comida de forma lenta y pausada. Más allá de eso, están re bien. Aún así, uno se preocupa en medida proporcionalmente inversa a su tamaño. No es momento para dormirse en los laureles, les falta ( NOS FALTA) mucho camino por recorrer.
Un abrazo gigante a todos los que comparten esta tarea de amor y dedicación, a pesar de las tristezas que puede traer muchas veces.
Mañana sigo! Abrazos!
Naty